viernes, 2 de noviembre de 2007

Caligrafia: Arte hecho letra

Entrevista exclusiva para En Negritas de John Moore al Calígrafo peruano Jaime De Albarracín.

Jaime es un diseñador y conferencista internacional que nace
en 1944 en Lima, Perú. Después de asistir a una academia de dibujo, frecuenta el "Atelier Stockli"; trabaja en agencias de publicidad y estudios de cine animación. En 1972 llega a Venezuela, donde trabaja en Caracas para "Estudio Nova" y en Maracaibo para "Corpa"; enseñó diseño en el "Col. Univ. Monseñor de Talavera". Diseña la imagen cultural del Banco de Maracaibo, entre otras identidades; y en 1999 regresa a su país natal.

JM: ¿Qué diferencias existen entre la expresión empírica, llámese graffiti o letras rotuladas a brocha, y la caligrafía formal?
JDA: Siempre hubo esa brecha, en Pompeya lo había en las paredes como anuncios de servicios mientras en Roma cincelaban la columna de Trajano la Capitalis Quadrata, madre de la tipografía occidental; de lo informal a lo refinado siempre ha existido esa diferencia. La letra manuscrita caligráfica inspiró la tipografía, la tipografía es hija de la caligrafía. El lettering (rotulación) se basa en construcción, la caligrafía en Ductus; la rotulación informal privilegia el gesto.

JM: ¿Pudieses aclararnos qué es ductus?
JDA: Ductus es la ruta o dirección del trazado manual de la letra caligráfica que obedece a la motricidad de la mano al caligrafiar y es la madre del “ritmo “, esencial para la belleza de la escritura caligráfica. Cada calígrafo tiene su ritmo y eso determina su estilo. A diferencia de la tipografía que es mecánica, la caligrafía es rítmica y esto es determinante en la ejecución.

JM: ¿Es acaso la caligrafía un ejercicio sobre un arte muerto o tiene vigencia la caligrafía como expresión contemporánea de la letra escrita?
JDA: La caligrafía está renaciendo desde que los escribas europeos fueron a Estados Unidos a dictar sus talleres; yo trato de enfocarlo desde la perspectiva de fusión, o sea de reinterpretar o mezclar lo tradicional con lo contemporáneo. La nueva caligrafía trabaja con los instrumentos más prístinos y las herramientas digitales, y ambos aprenden uno del otro ¡Es una interactividad muy dinámica que no tiene límites!

JM: He visto como se enseña tipografía en las escuelas de diseño pasando por alto a la caligrafía ¿Crees que se debería enseñar Caligrafía en las escuelas de diseño?
JDA: ¡Sí! La tipografía es hija de la caligrafía, entonces omitiéndola, se está desconociendo y matando a la madre. El conocimiento caligráfico facilita comprender la morfología del tipo y su evolución. Es importante recordar que fueron los escribas quienes evolucionaron en el diseño de la página manuscrita y la evolución morfológica de la letra; ahí ya había información y jerarquías de lecturas, rasgos genéticos del diseño gráfico. Desde Asia, Europa y Norteamérica se privilegia la caligrafía como el fundamento técnico y cultural no sólo del diseño sino de las artes visuales.

JM: ¿Cómo empezaste en el terreno de la Caligrafía?
JDA: Yo me inicié en la caligrafía por dos razones, primero: Quería buscar respuestas para entender los pesos de la tipografía; y segundo: Porque siempre había sentido atracción por la letra caligrafiada, y era una necesidad visceral, pero al inicio veía mi torpeza e incapacidad en la ejecución caligráfica y ello más bien fue un acicate para mi persistencia...demoré cinco años!

JM: Me imagino eres muy crítico ante la visión de una caligrafía
JDA: Actualmente "veo" lo que antes pasaba por alto.

JM: ¿Qué es la letra para Jaime de Albarracín?
JDA: De las tablillas cuneiformes de los sumerios a las pantallas de los celulares, esas formas que leídas hacen la historia, desde la mera información hasta la expresión estética; definitivamente ¡La letra es la expresión cultural del hombre!


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